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LOS COLLARES DE SANTO Los collares de Santo La iniciación a la regla de Osha o Santería se logra con la imposición de los collares de Santo, también llamados Elekes o Iñales en el dialecto lucumí. Estos collares sagrados son ceremoniados adecuadamente bajo los secretos de la regla de Osha, o sea que tanto los rituales para preparar los collares como la ceremonia de entrega de los mismos deben ser realizados por un Santero o Santera consagrados; sólo ellos tienen el ashé para energizarlos ya que los mismos son ceremoniados en las soperas que contienen los fundamentos sagrados donde viven los Orishas. Si se realizan estrictamente estas ceremonias, la persona que los recibe puede obtener los beneficios que estos collares brindan. En dicha imposición se entregan cinco collares que representan, según sus colores, a los cinco Orishas fundamentales de la religión Yoruba: Elegguá, Obatalá, Yemayá, Shangó y Oshún. Hay otros collares que pueden ser entregados en ese momento trascendental y dependerá del “ángel de la guarda” u Orisha que rige a la persona. Esto quiere decir que si, por ejemplo, la persona ceremoniada es hija de Oyá debe recibir los cinco collares antes mencionados más el de Oyá. De esta forma se puede presentar el caso de que el ángel guardián de la persona sea: Babalú Ayé, Oggún, Oshosi, Aggayú, Inle, Olokun, Orishaoko, Obba, etc; si esto ocurre se ponen los cinco collares fundamentales más el del Santo u Orisha que rige a la persona. Debido a esta situación es recomendable llevar a la persona al “pie de Ifá”, antes de la ceremonia de imposición de collares, para determinar con exactitud cual es el Orisha que lo rige, no sólo por lo antes expuesto sino también para evitar la relación entre “Santos con Prohibición”. Esta prohibición existe entre los hijos de Oyá y Shangó, los de Oyá y Yemayá, además entre los de Shangó y Oshún. Esta es una prohibición ritual y se debe respetar para evitar problemas serios que van desde la ruina económica hasta problemas mentales que puede presentar el agraviado. De esta forma un Santero o Santera que tenga coronado Oyá, y tenga cierto grado de responsabilidad, debe eximirse de realizar cualquier tipo de ceremonia a los hijos Yemayá y de Shangó. Igualmente un padrino o madrina hijos de Yemayá o Shangó no pueden hacer ningún tipo de ritual a los hijos de Oyá. Esto mismo sucede con los Santeros hijos de Oshún, los cuales no deben hacer nada a los hijos de Shangó y viceversa, aunque muchas “casas de santo” no le dan mucha importancia a esta prohibición entre Oshún y Shangó. Por qué se ponen los collares Normalmente la necesidad de que una persona reciba los collares de Santo es manifestada a través de los oráculos adivinatorios de la religión. Allí el Santo define si la persona necesita los collares, por diferentes razones: para mejorar su salud, por protección, por una vocación espiritual que se va a desarrollar con el tiempo, porque la religión está en el camino de la persona la cual se hará Santo en el futuro, para mejorar las condiciones de vida de la persona, etc. Cualquiera que sea el caso, la persona debe seleccionar un Santero o Santera responsable con la cual se va a unir espiritualmente bajo el vínculo de padrino-ahijado (o madrina- ahijado) siendo los Orishas intermediarios en esta unión. Las ceremonias se realizan en un ambiente de tranquilidad y emotividad. Generalmente se efectúan en la casa del padrino o madrina, y con la ayuda de la Oyugbona, quien es un Santero o Santera que se desempeña como asistente en todo el ritual. Ese día se realizan varias ceremonias secretas que tienen la finalidad de preparar y armonizar los planos físico, mental y espiritual de la persona para que el encuentro con los Orishas sea óptimo. Las ceremonias son realizadas por el Padrino o la Madrina y la Oyugbona, y supervisadas por los Orishas y los espíritus guías de la persona que se va a iniciar. Ellos determinan, a través del “oráculo del coco”, si están conformes con los que se está haciendo y si la persona está lista para recibir los collares; si es así, se procede a la ceremonia final en donde se emiten cantos y rezos en dialecto Yoruba mientras se colocan uno a uno los collares al iniciado, ceremonia que se realiza en el cuarto de Santo del Padrino para que los Santos, en sus soperas, sirvan de testigo. Al finalizar el ritual, el Padrino y la Oyugbona explican las reglas que debe respetar el nuevo iniciado en el nuevo mundo donde a entrado. En ese momento se le explica lo que debe o no debe hacer con los collares, además del significado del compromiso de respeto que debe tener hacia sus padrinos y hacia la religión. Elemento de la cultura Yoruba En este artículo se ha querido explicar, sin entrar en los secretos ritualísticos de esta ceremonia, la verdadera manera de poner unos collares de Santo. Como se a podido apreciar, una persona que no tenga las consagraciones debidas no puede poner estos collares sagrados, que son la representación de los Orishas Yorubas a través de elementos decorativos de una cultura ancestral y sacramentados con la energía de estos, obtenida de las soperas en donde están los fundamentos sagrados que sólo los Santeros poseen. Se puede decir entonces que los actuales Santeros son los herederos de los antiguos secretos Yorubas, por lo tanto, ni espiritistas, ni brujos, ni el que hecha las cartas, ni espíritus posesionados, ni el que lee el tabaco, ni nadie que no sea Santero, puede hacer ceremonias para poner los collares de los Orishas Yorubas. Estos collares se diferencian uno del otro por los colores que representan a cada Orisha. De esta manera tenemos que el collar de Elegguá está hecho con los colores rojo y negro, el collar de Obatalá es básicamente de color blanco, el de Yemayá va desde el azul claro hasta el azul más oscuro, el de Shangó es rojo con blanco, el collar de Oshún puede tener variaciones entre los colores amarillo, naranja y miel, el de Oggún es verde con negro, el de Oshosi se hace con combinaciones de azul con miel, el de Oyá lleva cuentas marrones combinadas con cuentas marrones con rayas negras, etc. Estos son los colores básicos de los collares que representan a cada Orisha, teniendo una ligera variación en los Santos que tienen “caminos”. Por ejemplo, al collar de Obatalá Ayágguna, que es guerrero, se le pone unas pocas cuentas rojas para diferenciarlo. En el caso de Obatalá Alaggema se le ponen, al collar blanco original, cuentas verdes para identificar el camino del primer Obatalá que llegó a la tierra en forma de camaleón para supervisar las primeras actividades que surgieron en el mundo después de ser creado. De esta forma se colocan cuentas de otros colores, según sea el caso, a los collares de los Orishas que tienen diferentes caminos, tales como: Obatalá, Yemayá, Oshún, Adsojano, etc. Muchos Santeros y Santeras entregan a sus ahijados collares con los colores del camino de sus Santos, por lo que siempre se observan ciertos detalles diferentes entre ellos a pesar de que son del mismo Santo. En otro artículo extenderemos más sobre tema de los caminos de los Santos para que se conozca más al respecto. Antiguamente no existían las cuentas plásticas que conocemos ahora, los Yorubas usaban cuentas hechas en madera y pintadas con extractos vegetales, dándole los múltiples colores que representan a cada Orisha. Como ya se explicó anteriormente los collares de Santo son un fundamento sagrado de la religión Yoruba que merece un profundo respeto, tanto al momento de recibirlos como en su uso cotidiano. Los Yorubas los usaban, a la vista del mundo, como un adorno característico de su cultura, pero en realidad el verdadero sentido de su uso era el tener siempre consigo la poderosa energía de los Orishas. Las reglas que rigen la imposición y el uso de los Elekes de Osha se originan en la tradición Yoruba y estas no se pueden cambiar por capricho o desconocimiento, por lo tanto quienes que tengan interés de transitar por los caminos de la tradición religiosa Yoruba deben informarse con las personas que dominen el tema a fin de evitar errores como el de “lavar los collares con agua de coco para refrescarlos”. Esta es una grave equivocación ya que el agua de coco le quita el ashé a los collares, lo único que se lava con agua de coco son los fundamentos de Babalú Ayé. Como este hay ciertos errores que se ven a diario en la práctica de la Santería, sobre todo en personas que no son consagradas y la practican sin la licencia de Olofi y los Orishas, creando problemas a las personas con fe. La imposición de collares es el primer paso que se da para obtener el beneficio de los Orishas. Las ceremonias para entregar este fundamento fueron creadas por Olofi y son supervisadas por los Santos, por lo tanto si no se realizan de la manera correcta, no tiene sentido hacerlas ya que no tendrán la aprobación de los Orishas ni de Dios mismo
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Los Ojè o cargos religiosos del Sistema Osha - Ifá Omo Eleke Todo aquel que haya recibido la ceremonia de Elekes de fundamentos. Esta ceremonia es muy importante, es la entrada real a la Regla de Osha o Santería. Normalmente se entregan cinco elekes o collares de fundamento, Eleggúa, Ochún, Yemayá, Changó y Obbatalá. Los collares se ponen por el santo de guarda de la persona, si a la persona no se le ha determinado el Olorí se ponen por Obbàtalá porque él es dueño de todas las cabezas. Ayagun tì Osha u Orichas Guerreros Aquel que recibe el fundamento de los 4 Orichas Guerreros, Eleggúa, Oggún, Ochossi y Osun. Pilares del Sistema Religioso Osha - Ifá. Iworo Tì Osha Todos los que han pasado la ceremonia del Yoko Osha, Sodo Oricha, Kariocha u Osha Akua Kua Elerí, despues del Ebbó nì Oddún se convierte en Iworo, que ruega cabezas, maneja el Oráculo del Obí, de Biaggué, registra con diloggún, participa de Ossain, Itá ,etc. Babalocha o Iyalocha Cuando un Iworo le consagra Osha Akua Kua Elerí a un ahijado, se convierte en Babalocha si es hombre, y en Iyalocha si es mujer. El Orìaté El Oriaté es el jefe de ceremonias, el que dirige el Osha Akua Kua Elerí ,que rasura la lerí del Iawó, pinta Osun Lerí, dirige el Nangareo, preside el Itá, Ebbó de estera y todas las ceremonias que hacen a la hechura de un Oricha. El Oriaté, para consagrase, debe estar jurado en Oro y Ossain, ambas ceremonias realizadas por Olúos y exclusivamente masculinas. Con el juramento de Ossain, el Oriaté posee los tratados de los diferentes Ewe, también el fundamento de este Oricha, cantos sagrados y demás secretos fundamentales para presidir los Omiero del Igbodú. Con el juramento de Oro, recibirá el tratado completo de Eggun, tambien su fundamento y cantos sagrados fundamentales a la hora de dirigir un Ituto o ceremonia mortuoria. El Obbá Hay muchos santeros que se desarrollan o cumplen las funciones, ya sea de Obbá u de Oriaté, después de años de experiencia consagrando Osha , aprendiendo todos los procedimientos y Ofo sagrados del Igbodú, además de un profundo conocimiento del diloggún, pero no todos tienen las ceremonias consagratorias que se requieren. Un Obbá debe primeramente consagrarse como Oriaté y luego de realizarse la ceremonia de Irete Kutan donde nace el Obé y se entierra el mismo, antecedido por un mínimo de tres Olúos, donde se le consagrará la estera y las manos. Al cumplir esta ceremonia el Oriaté puede llamarse Obá y es el título máximo que puede obtener un sacerdote de Osha, dentro del sistema Osha -Ifá. Ojés en el Culto a Ifá El Awó Fá Kán y el Ikó Fá Esta ceremonia es en el caso de los hombres ,la primera ceremonia que le permite ingresar al culto de Ifá, todos los Babalawós deben cumplir primero la ceremonia del Awó Fa Kan, y las mujeres el Ikó Fa, que es una de las máximas consagraciones que recibe una mujer en el culto de Orunmilá, recibiendo el título de Apetebí o ayudante de Babalawó, si la mujer poseedora del Ikó Fa, es adicionalmente mujer ó madre de un Babalawó será entonces Apetebí Iyafá que es la categoría máxima de la mujer dentro del culto a Orunmilá y esto le permite participar como ayudante en algunas pocas ceremonias consagratorias. Las ceremonias del Awó Fa Kan e Ikó Fa duran tres días, en la cual consagraran la mano de Orula con los correspondientes Ikines, Otá y tablilla de cedro ,donde figuran la fecha de iniciación, signo que le dio Orula el tercer día o Iyó nì Itá, y tipo de Iré u Osogbo, además el ildéfá o pulsera con los colores de Orula y el Eleke. Si la persona que recibe Awó Fa Kan o Ikó Fa ya recibió los guerreros, podrá además del oráculo del Obí ,acceder al Oráculo del Obí Abatá. El Babalawó u Omofá El Awó o Babalawó, también llamado Omofá, es aquel que recibió Ifá y recibió sus guerreros, sólo se le lavaron a Changó ,Obbatalá y el Oricha tutelar. Si no pasó por la ceremonia completa de Sodo Oricha, el Babalawó no puede entrar en el Igbodú o cuarto de Osha. Este tipo de Babalawós, normalmente se dedican al estudio de Ifá y no trabajan en conjunto con los Iworos. Las ceremonias de Ifá, son las mismas en el caso de quien viene de hacer Osha o del que no tiene Osha, con la diferencia es que a este último se le lavan los Orichas antes mencionados. Las ceremonias propias de Ifá son 14 pre-consagratorias y luego las correspondientes a los 8 días que se encuentra recluido el iniciado de la siguiente manera: 1° día - Preparación del Igbodún con las ceremonias iniciales. 2° día - Día de Atefá nì Olofi. 3° día - Día del medio. 4° día - Día del Itá de Orula. 5° día - Ninguna ceremonia especifica. 6° día - Ceremonia de Changó. 7° día - Ceremonia de Olofi. 8° día - Día de Itá nì Iyoyé. El octavo día o día de Itá nì Iyoyé, es la ceremonia pública donde puede concurrir cualquier persona, iniciado o no y es donde los Babalawós mayores se colocan en fila a ambos lados del nuevo Awó y este pasará tres veces por la fila recibiendo los azotes de los mayores, en señal de humildad, respeto y su valor ante los golpes que recibirá de la vida. El Olúo u Olwó El Iworo que por Itá debe pasar a Ifá, o bien aquel que tenga camino de Ifá en su Awo Fa Kan y consagre primero Osha Akua Kua Elerí, se denomina luego de pasar la ceremonia consagratoria como sacerdote de Orula Olúo Babalawó y es el autorizado para entrar a un Ossain o ceremonia de Sodo Oricha. El Olúo luego de recibir consagraciones como el juramento de Oro, Ossain, Dadá Ibañi, Orí y otras deidades se coloca en la segunda de las categorías máximas del sistema religioso Osha - Ifá. El Babalawó que no coronó Osha por la línea Afrocubana, por más que tenga hecho Orichas por otras líneas nunca llega a ser Olúo, será Omofá. El Omodun u Olofísta Es la máxima jerarquía a la que se puede acceder en el sistema religioso Osha- Ifá, el Omodún es el Babalawó que recibe el asentamiento de Odún u Olofi. Esta categoría de Babalawós, pueden asentar todos los Igbamoles u Irunmoles con solo tener el documento o tratado. Esta virtud de poder consagrar cualquier entidad, la da el Odú de Ifá Osa Lofobeyó, pues habla de la pirámide cuya punta es Olofí y teniendolo asentado se puede asentar todo lo que está por debajo de él. |
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